Calakmul es el municipio donde prevalece el índice de pobreza más alto en la península de Yucatán, las condiciones ambientales, sociales influyen notablemente en el desarrollo económico.
Es pues, terreno fértil para el aterrizaje de todo tipo de organizaciones gubernamentales que presentan infinidad de proyectos para el desarrollo económico y sustentable, donde los únicos que han logrado este estatus son los creadores de esos proyectos.
Muchos arriban hasta esta región como estudiantes prestando su servicio social y se retiran con maestrías y doctorados, solucionando sus problemas de desarrollo individual, mientras los habitantes continúan con las mismas carencias y privaciones, es pues, una mina inagotable de necesidad y excusas para la implementación de nuevas estrategias.
Las fuentes de financiamiento, generalmente provenientes de países extranjeros que tratan de expiar sus sentimientos de culpa al apoyar la ecología y la pobreza, se conforman con recopilar información económica y social de una muestra aleatoria de la población.
Información que los mexicanos no logramos valorar, pero en el extranjero ofrece un panorama de nuestra realidad nacional, todo con el propósito de ejercer un control de nuestra economía.
No resulta extraño encontrar en algunos movimientos sociales grupos de extranjeros con visa de turista promoviendo "revoluciones mexicanas", tal como ocurrió en Chiapas con el movimiento zapatista.
Quizá también la introducción de especies exóticas o semillas transgénicas en este municipio que presume de ser un santuario de la ecología.
Muy interesante resulta la entrevista del ingeniero Margarito Pascual Dzib Canché, joven nativo de Zoh Laguna que además de haber vivido su vida en esta región, ha concluido sus estudios profesionales y ahora labora en la administración municipal.
Seguramente no es la primera ONG que conoce, ni tampoco será la última, esta es una nueva modalidad que sirve y ha servido para llenar los bolsillos de quienes la encabezan pero poco o nada aportan a la sociedad.
Por otra parte observamos a Omar Duayhe Zilli, coordinador de Fondo para la Paz que se niega a revelar cuánto dinero ejercen en esos proyectos y durante su presentación ante las autoridades municipales explica con una gran sonrisa que "tardamos mucho...quizá años...para implementar nuestros proyectos, no importa podemos esperar".
Una larga espera que permite justificar gastos infinitos e información valiosa a sus fuentes de financiamiento, joven astuto y sagaz pero no brillante su máxima es Business is Business (Los negocios son los negocios) con esto define su afán de lucrar con las necesidades de los demás sin tener siquiera un enfoque social.
Es pues, terreno fértil para el aterrizaje de todo tipo de organizaciones gubernamentales que presentan infinidad de proyectos para el desarrollo económico y sustentable, donde los únicos que han logrado este estatus son los creadores de esos proyectos.
Muchos arriban hasta esta región como estudiantes prestando su servicio social y se retiran con maestrías y doctorados, solucionando sus problemas de desarrollo individual, mientras los habitantes continúan con las mismas carencias y privaciones, es pues, una mina inagotable de necesidad y excusas para la implementación de nuevas estrategias.
Las fuentes de financiamiento, generalmente provenientes de países extranjeros que tratan de expiar sus sentimientos de culpa al apoyar la ecología y la pobreza, se conforman con recopilar información económica y social de una muestra aleatoria de la población.
Información que los mexicanos no logramos valorar, pero en el extranjero ofrece un panorama de nuestra realidad nacional, todo con el propósito de ejercer un control de nuestra economía.
No resulta extraño encontrar en algunos movimientos sociales grupos de extranjeros con visa de turista promoviendo "revoluciones mexicanas", tal como ocurrió en Chiapas con el movimiento zapatista.
Quizá también la introducción de especies exóticas o semillas transgénicas en este municipio que presume de ser un santuario de la ecología.
Muy interesante resulta la entrevista del ingeniero Margarito Pascual Dzib Canché, joven nativo de Zoh Laguna que además de haber vivido su vida en esta región, ha concluido sus estudios profesionales y ahora labora en la administración municipal.
Seguramente no es la primera ONG que conoce, ni tampoco será la última, esta es una nueva modalidad que sirve y ha servido para llenar los bolsillos de quienes la encabezan pero poco o nada aportan a la sociedad.
Por otra parte observamos a Omar Duayhe Zilli, coordinador de Fondo para la Paz que se niega a revelar cuánto dinero ejercen en esos proyectos y durante su presentación ante las autoridades municipales explica con una gran sonrisa que "tardamos mucho...quizá años...para implementar nuestros proyectos, no importa podemos esperar".
Una larga espera que permite justificar gastos infinitos e información valiosa a sus fuentes de financiamiento, joven astuto y sagaz pero no brillante su máxima es Business is Business (Los negocios son los negocios) con esto define su afán de lucrar con las necesidades de los demás sin tener siquiera un enfoque social.
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